Fieles de todas las nacionalidades siguen, serenamente alineados, la entrada a San Pedro. Una oración, un saludo o una simple mirada a Benedicto XVI.
Será así hasta las 7 p.m. de esta noche. Lo mismo, también de 7 a 19 horas, ocurrirá mañana en el último día en que el cuerpo del Papa emérito estará expuesto a la devoción de los fieles.
Parte de la Plaza de San Pedro se ha puesto a disposición de las cadenas de televisión que filmarán el funeral del 5 de enero, celebrado por el Papa Francisco. Se espera la llegada de autoridades de todo el mundo y de unos 70.000 participantes.
Mientras tanto, de la penumbra de la basílica petrina, con la misma serenidad, sale la gente y brillan muchos ojos, en la mente tal vez las últimas palabras pronunciadas por Benedicto XVI, ese “Señor, te amo”, figura y luz del ministerio sacerdotal, pastoral y papal que acompañó toda la vida de Joseph Ratzinger.