“Las llamas no pudieron vencer la caridad de Cristo; y el fuego que lo quemaba por fuera era más débil del que ardía dentro de él” (Homilía 85, 4: PL 54, 486)
Estimados Hermanos:
Reciban un afectuoso saludo en el día del su santo patrono San Lorenzo, diácono y mártir de la Iglesia.
San Lorenzo no sólo fue santo por el martirio, si bien es cierto, la muerte del Santo Diácono fue por amor a Cristo, su vida y sus acciones son también evidencia elocuente de la caridad cristiana que habitaba en su corazón. Pudo reconocer con profundidad el verdadero Tesoro de la Iglesia, en los más pobres y desvalidos, a los que asistió con diligencia, muestra de su verdadera comprensión del mensaje de Cristo: “En verdad les digo que cuanto hicieron a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron” (Mt 25,40).
El ministerio diaconal brota del corazón de Cristo, que se hizo servidor de todos, y es desde este servicio donde podemos hacer presente la dimensión diaconal de toda la Iglesia; una Iglesia servidora, que toca el rostro de Jesús en el que sufre. A veces el quehacer del ministerio diaconal, por la escasez de sacerdotes, puede verse circunscrito al ámbito cultual, pero no debemos olvidar jamás, que quedarnos sólo en esa dimensión nos expondría en la amenaza de vivir un ministerio empobrecido y en una concepción reduccionista del diaconado en general.
Mis queridos hermanos, deseo con profunda esperanza, invitarlos a renovar esa adhesión a Cristo, que hicieran el día de su ordenación, y convidarlos a que nos encontremos este sábado 12 de agosto desde las 9:30 hrs. en Casa Betania, para vivir una Jornada Espiritual, donde todos juntos, reavivemos la llama de la caridad fraterna, que anima y debe guiar nuestro ministerio.
P. Marcelo Bustos Peña
Coordinador del Diaconado