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Cursillos de Cristiandad: Seis décadas evangelizando en la Iglesia de Concepción

Publicado el: 22 Mayo, 2024

Los cursillistas de la Arquidiócesis de Concepción se reunieron en Casa Betania el pasado 29 de abril para celebrar una Misa por el aniversario número 60 del Movimiento Cursillos de Cristiandad (MCC), que fue presidida por su Asesor, el Padre Luis Morales. 

Actualmente son cerca de 200 los cursillistas presentes en la Arquidiócesis, distribuidos en Concepción, Talcahuano, San Pedro de la Paz, Chiguayante, Tomé, Hualpén, Curanilahue, Los Álamos, Tirúa, Lebu y Cañete. 

Cursillos de Cristiandad

El Estatuto del Organismo Mundial de los Cursillos de Cristiandad define a este grupo como un movimiento que “se siente llamado a participar activamente en la gran misión de la evangelización. Su finalidad apostólica consiste en llevar la fe cristiana a los diferentes ambientes de la vida, mediante el testimonio vivido, especialmente por todos sus miembros. El objetivo específico es por lo tanto el de la evangelización de los ambientes”.

En ese sentido, señala que el MCC “es un movimiento de Iglesia que, mediante un método propio, hace posible la vivencia y la convivencia de lo fundamental cristiano, ayuda a cada persona a descubrir y responder a la propia vocación personal y promueve la creación de grupos de cristianos que fermenten de evangelio los ambientes”

Los Presidentes del Secretariado Arquidiocesano de los Cursillos de Cristiandad, Pamela Pérez y Luis Molina, señalaron que este movimiento nació en la década de los años cuarenta en Mallorca, España, “como un don del Espíritu Santo que es dado a un grupo de jóvenes católicos, entre los que se encontraba nuestro fundador Eduardo Bonnin Aguiló”. En ese contexto, relataron que allí se fue configurando “un movimiento de evangelización que trata de llevar la Buena Nueva del amor de Dios a toda persona, especialmente a los alejados, por la vía de la amistad”. 

Sobre cómo llegó este movimiento a nuestra zona, comentaron que “el Obispo de la Arquidiócesis de Concepción de ese entonces, Monseñor Manuel Sánchez, tuvo noticias de los Cursillos durante sus viajes a Roma y decidió traerlos a Concepción, para lo cual conversó con tres sacerdotes españoles: los padres José Domenech, Vicente Gómez y Jesús Balmaceda, quienes ya tenían experiencia en España”.

Estas gestiones del Obispo coincidieron con el regreso a la zona “del Dr. Roberto Matattal Cortéz, quien había vivido esta experiencia en Bolivia mientras se desempeñaba como médico en las salitreras. Y en el mismo año, 1963, el Padre Lorenzo Schanberger, de la Parroquia La Asunción de Talcahuano, participó en un cursillo en Temuco”. 

Fue tras esto que decidieron realizar el primer cursillo de varones en Concepción, entre el 30 de abril y el 3 de mayo de 1964, en La Rinconada de Hualqui, en un local del Sindicato de los empleados de la Refinería de Azúcar en Penco. 

Desde ese entonces hasta la actualidad, han sido más de cinco mil personas de la Arquidiócesis de Concepción las que han vivido esta experiencia. 

Un cambio de vida

Para los Presidentes del Secretariado Arquidiocesano de los Cursillos de Cristiandad, pertenecer a este movimiento “ha sido un cambio de vida, tanto en lo personal como en lo familiar, y espiritual”. 

En ese sentido, destacaron que el Cursillo “nos prepara para resolver y enfrentar todos los momentos de nuestra vida, acompañados siempre del Espíritu Santo. Nos insta a hacer vida nuestra fe, en nuestro hogar, en nuestro trabajo y en nuestros demás ambientes donde nos desenvolvemos, es decir, en lo cotidiano”.

Ambos son enfáticos en señalar que se trata de un movimiento que “es esencialmente Cristo céntrico”, donde “intentamos vivir y convivir nuestra vida en cristiano y lo hacemos a través de sus medios de perseverancia que son: la reunión de grupo, las ultreyas y las escuelas”. Además, los cursillistas participan en las Eucaristías y realizan actos de piedad como el rezo del Rosario, la Hora Apostólica y la adoración al Santísimo Sacramento. 

En ese contexto, comentaron que “nos reunimos todos los lunes a vivir estas instancias en comunidad” y agregaron que, además, durante el Mes de María, los cursillistas organizan “todos los años la peregrinación al Cerro La Virgen, que se realiza los cinco domingos previos a la festividad de la Inmaculada Concepción. Los hermanos se reúnen al pie del cerro a las 08:00 horas, dando inicio con el rezo del Rosario, para terminar con la Santa Misa a las 08:30 horas en la explanada del santuario. Es un encuentro fraterno que nos motiva a orar, cantar y así manifestar públicamente nuestra devoción a la Santísima Virgen María”. 

Todos están invitados

Respecto a cómo integrarse en este movimiento, Pamela y Luis, afirmaron que “como comunidad del MCC, a través de la evangelización, se invita a las personas, sin excluir a nadie, con opción preferencial por los alejados, a vivir la experiencia del encuentro consigo mismo, con Cristo y con los hermanos durante tres días y llevarles a un proceso de inicio de conversión. Los cauces para esa actuación son la amistad, la oración y el testimonio de vida, pero siempre tiene como principio y fundamento la gracia de Dios”.

Es así que dieron a conocer que el Cursillo Nº 106 de Hombres se efectuará en el Centro de Espiritualidad y Formación San Luis Gonzaga, ubicado en Chiguayante, entre el 3 y el 6 de octubre. Mientras que el Cursillo Nº 98 de Mujeres se realizará entre el 10 y el 14 del mismo mes. 

Es importante mencionar que además de la Misa celebrada el 29 de abril, con motivo de los 60 años del movimiento, se han realizado instancias donde personas que vivieron los primeros cursillos han contado su experiencia, y el próximo 29 de junio se reunirán para celebrar a San Pablo, su patrono. 

Las actividades por los 60 años culminarán con una Ultreya Interdiocesana, que se realizará en noviembre y a la que invitarán a cursillistas de otras diócesis. 

Fuente: Revista Nuestra Iglesia

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