Desde el Seminario Metropolitano de Concepción: Misa inicio del Mes Vocacional 2021

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Publicado el: 25 abril, 2021

Este domingo 25 de abril, a las 10.00 horas, se celebró la Misa de inicio del Mes Vocacional 2021. La eucaristía fue presidida por el padre Bernardo Álvarez y se transmitió a través de la página de Facebook y el canal de YouTube de la Iglesia de Concepción.

La instancia reflexiva se realizó desde el Seminario Metropolitano de Concepción y contó con la participación de sus seminaristas y formadores. Asimismo, resulta importante destacar que la misa se celebró respetando todos los protocolos de cuidado establecidos por la autoridad sanitaria.

En su homilía, el padre Bernardo Álvarez dijo que este Mes Vocacional es considerado un regalo del Señor, más aún en tiempos tan difíciles y complejos. “La experiencia del Buen Pastor nos invita a vivir la necesidad vital humana y la disponibilidad de Dios para entregarnos lo que es necesario. Él es el Buen Pastor que da la vida por las ovejas”.

Tras lo anterior, añadió: “Nos encontramos celebrando este IV domingo del tiempo pascual y ciertamente reconocemos a Jesucristo como nuestro Buen Pastor resucitado. Celebrar este tiempo pascual es dar testimonio vivo del gran amor que Dios nos ha tenido a través de nuestro Buen Pastor, nuestro Señor Jesucristo”.

En esa línea, el sacerdote puntualizó en que “para nosotros como Iglesia y para todo cristiano, pero de manera inminente para quienes hemos recibimos la vocación, justamente, para ser pastores del Pueblo de Dios, es una oportunidad importante para cuestionarnos y preguntarnos si es que realmente tenemos esta disponibilidad para asistir a las necesidades del rebaño que el Señor nos ha encomendado y esa es ciertamente la gracia de nuestra vocación poder encarnar, sin duda con fragilidades y limitaciones, el corazón del Buen Pastor”.

Finalmente, se refirió a la necesidad de orar, sencilla y humildemente desde el hogar, pues es escuchada por el Señor. “Pidamos entonces que el Señor, a través de la oración de todos ustedes, suscite abundantes vocaciones en la vida de nuestras familias, de nuestras comunidades. La oración no debe ser de forma genérica, sino que pedir que un integrante escuche la vocación”.

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