Monseñor Chomali celebró Eucaristía junto a Servidores del Altar de la Arquidiócesis de Concepción

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Publicado el: 21 agosto, 2022

El Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, presidió la Eucaristía de acción de gracias por los Servidores del Altar de la Arquidiócesis, la mañana del sábado 20 de agosto en el templo Catedral.

Decenas de padres y madres asistieron a la celebración eucarística, para acompañar a sus hijos y dar gracias a Dios por el servicio que prestan a la Iglesia de Concepción.

En su homilía, Monseñor Fernando Chomali agradeció la oportunidad de celebrar esta Eucaristía organizada por la Vicaría Pastoral para el Servicio de la Niñez. Además, dio gracias a los padres y madres de los monaguillos por la gran labor que han realizado en transmitir la fe a sus hijos.

El Arzobispo de Concepción reconoció que “una de las debilidades más grandes que estamos viviendo como Iglesia, si es que no la más grande, es que los padres no le están transmitiendo su fe a los hijos (…) Y ustedes le han transmitido la fe a sus hijos y valoran que sirvan en el altar”.

En este contexto, destacó que servir al Señor “es el mejor camino que han elegido, porque no hay mejor camino que el camino de la fe y nos abre un horizonte amplio para encontrar el sentido a la vida”.

De esta forma, afirmó que esta decisión de ser servidor tiene un gran significado en sus vidas, ya que “Cristo es portador de fraternidad y serán estos jóvenes, estos niños quienes están llamados a cambiar el mundo, porque ellos mismos han cambiado y descubierto la belleza de ser fraternos, han reconocido que tienen un padre, un Padre Dios”.

También, Monseñor Chomali felicitó a los padres “porque estos jóvenes están en un proceso de discernimiento para una vocación sacerdotal o religiosa”. Al mismo tiempo se refirió a ellos para solicitar “de todo corazón que no ahoguen esa vocación. Estos niños están libremente en el altar, pero han sido llamados por Dios”.

Además, llamó a los padres a alentar y apoyar a que sus hijos “sigan con sinceridad y corazón el camino que Dios tiene para ellos”, reconociendo las dificultades que hoy en día se viven en la Iglesia Católica respecto a las vocaciones sacerdotales y religiosas.

Del mismo modo, enfatizó que “es muy importante que aquí estén presente jóvenes de distintas parroquias, porque así se dan cuenta que no están solos, porque somos una comunidad”.

Finalmente, el Arzobispo dijo a los padres y madres de los servidores del altar que esta celebración marcará a sus hijos, ya que “estos recuerdos son inolvidables, porque aquí se respira paz, fraternidad y amor, que es justamente lo que inspira el Señor”.

Por otra parte, los servidores presentes se mostraron muy agradecidos y contentos de participar en una instancia como esta. Fernando Becerra, de tan sólo 9 años, comentó que le parece “muy lindo que hayan hecho una misa por nosotros y que se hayan esforzados para hacer esto”.

También afirmó que al entregar este servicio al altar, “yo no lo hago para mí, yo lo hago para el Señor, para que se sienta bien y que todos se sientan bien”. De la misma manera, el servidor Francisco Ortega reconoció que al realizar esta labor “uno sabe que está haciendo un servicio especial al altar y uno se siente bien espiritualmente”.

Asimismo, Nicanor Ortega comentó sentirse muy bien al estar presente en esta Eucaristía “porque habían varios acólitos (…) Acá donde están todos juntos, se siente genial (…) Yo me siento genial al poder dar un servicio al altar y apoyar al Padre”.

Igualmente, la madre de estos monaguillos, Patricia Monsalves, manifestó  estar “agradecida de Dios porque tienen este bonito llamado y este servicio que a ellos espontáneamente les nació y llevan muchos años haciéndolo con cariño”.

Del mismo modo, Jorge Cadena, de la parroquia San Juan Evangelista de Lota Bajo, mencionó que para él, entregar este servicio “es algo maravilloso, yo llevo más de 9 años acolitando y ha sido un agrado y una conexión inmensa con el Señor. El momento de servir al Altar ha sido algo maravilloso dentro de mi vida”. 

Finalmente, agregó que es “bastante positivo que podamos participar de diferentes comunidades y ciudades y que podamos demostrar que somos unos solo, siguiendo el ejemplo de San Tarsicio”.

El padre de Jorge manifestó que para él y su esposa es algo muy especial que su hijo preste este servicio, ya que hace unos meses falleció su hijo mayor, quien había sido Servidor del Altar desde los siete años, “y estuvo acolitando hasta los 22 años, ingresó a Carabineros de Chile e igual siguió acolitando. Y ahora se fue en brazos del Señor en un accidente de tránsito. Y nuestro hijo pequeño también, siguiendo los pasos de su hermano, lleva casi 10 años prestando este servicio”.

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