Con la reinserción y la dignidad como objetivo, la Fundación Mujer Levántate nace en 2008 por el trabajo de la Hermana Nelly León, de la Congregación del Buen Pastor, y el Padre Alfonso Baeza. Primero fue en la cárcel de mujeres de Santiago, transformándose en el año 2009 en la institución que lleva el actual nombre, para luego trabajar desde el centro penitenciario femenino de Santiago, con un programa integral que actualmente acoge a un promedio de 100 mujeres al año, impactando así la vida de más de 300 niños y niñas.
Desde el año 2018, esta iniciativa llegó hasta Concepción para tender una mano a las internas de la cárcel El Manzano, replicando el programa intrapenitenciario “Construyo Mi Futuro”, enfocado en los factores de riesgo de la reincidencia, en las regulaciones emocionales, la autonomía, entre otros. Además, se realiza el programa postpenitenciario que acoge a mujeres, que están en libertad, a quienes se les brinda apoyo durante un año hasta que puedan lograr una vida en forma autónoma, fortaleciendo habilidades sociales, trabajando con ellas los vínculos familiares y apoyándolas en los nuevos roles que tienen que asumir.
“Nuestra idea es preparar a las personas que están privadas de libertad, para que tengan, muchas por primera vez, una oportunidad real de insertarse en la sociedad. Muchas de ellas vienen de sectores sumamente vulnerables. Nuestro proceso empieza reparando y tratando de disminuir los riesgos, vulnerabilidades, y en el fondo tratar de entregar herramientas para que cuando salgan en libertad puedan realmente insertarse y ser incluidas en la sociedad”, señala María de los Ángeles Herrera, directora ejecutiva de Mujer Levántate.
Con poco tiempo de trabajo, la fundación busca completar el equipo en Concepción, donde se han detectado muchas necesidades en la atención a las 20 mujeres que contempla el trabajo. Una cifra que muchas veces queda corta, pues se dictan actividades que alcanzan a más internas, mientras que afuera se acompaña a cinco o seis, en un trabajo post penitenciario que se realiza en el CET de Punta de Parra.
Para facilitar el trabajo, recientemente se firmó un convenio con Gendarmería para la realización de un taller de costura al interior de la Cárcel El Manzano en Concepción, permitiendo a las internas instancias de reinserción laboral al interior del penal y que son relevantes para su reconstrucción emocional. Una oportunidad que incluye el acceso a ingresos monetarios -con la venta de las confecciones- y capacitarse para poder trabajar cuando salgan en libertad.
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