El beato Carlo Acutis le tenía un profundo amor a la Eucaristía. Desde el momento en que hizo su Primera Comunión asistió diariamente a la Santa Misa y pasaba horas delante del Santísimo Sacramento.
“La Eucaristía es mi autopista hacia el cielo” es una de sus frases más conocidas, pero también decía que “al estar ante Jesús Eucaristía nos hacemos santos” y que “cuanto más recibamos la Eucaristía, más nos haremos semejantes a Jesús, de modo que en la tierra tendremos un anticipo del Cielo”.
Carlo Acutis estaba tan conciente de la presencia real de Jesús en el Santísimo Sacramento, que le llamaba la atención que las personas hicieran largas filas para asistir a estadios, cines y conciertos, en vez de hacer filas para entrar a las iglesias. En ese sentido, decía que allí Jesús está presente tal como hace dos mil años en la época de los Apóstoles, y que mientras en ese tiempo la gente debía desplazarse para verlo ahora nosotros lo podemos encontrar en el Sagrario de cualquier iglesia cerca de nuestras casas: “Jerusalén está a la vuelta de la esquina”.
Era tanto su amor a Jesus Sacramentado y su anhelo de que otros también le amaran y comprendieran que “la Eucaristía es lo más increíble que hay en el mundo”, que a los 11 años de edad inició su trabajo de investigación para crear una exposición sobre los Milagros Eucarísticos que han ocurrido a lo largo de la historia y que han sido reconocidos por la Iglesia.
Los Milagros Eucarísticos son “intervenciones prodigiosas de Dios que tienen por finalidad confirmar la fe en la presencia real del Cuerpo y la Sangre del Señor en la Eucaristía”. En estos milagros suele aparecer carne y sangre, para demostrarnos que no debemos hacer caso a la apariencia externa (pan y vino), sino a la sustancia, la auténtica realidad que es Cristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
A través de un escrito, Monseñor Raffaello Martinelli, Rector del Colegio Eclesiástico Internacional San Carlos y Oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, explica que los Milagros Eucarísticos pueden constituir una ayuda útil y fructuosa en nuestra vida de Fe, ya que pueden “ayudar a trascender lo visible, lo sensible, y admitir la existencia de ‘otro mundo'”.
“Precisamente porque es reconocido como un hecho extraordinario, el Milagro Eucarístico no encuentra explicación en los hechos y razonamientos científicos, va a la razón humana e interpela al hombre haciéndolo ‘ir más allá’ de lo sensible, de lo visible, de lo humano, es decir, lo hace aceptar que hay algo que es incomprensible, humanamente inexplicable sólo con la razón, no demostrable científicamente”, explica.
Además, señala que “los Milagros Eucarísticos se refieren a eventos extraordinarios ocurridos después de la institución de la Eucaristía por parte de Cristo, después del final del Nuevo Testamento, es decir, después del final de la Revelación pública”.
No obstante, aclara que “nuestra Fe no está fundada en los Milagros Eucarísticos sino en el anuncio del Señor Jesucristo, contenido en la Fe gracias a la acción del Espíritu Santo”.
El beato Carlo Acutis pasó largas horas creando su exposición sobre los Milagros Eucarísticos en el Mundo, donde explica los hechos milagrosos en torno a la Eucaristía ocurridos en 20 países.
Los más de 160 paneles de la exposición -que incluyen una amplia variedad de fotografías y descripciones históricas- pueden descargarse en su sitio web: http://www.miracolieucaristici.org y están disponibles en varios idiomas, incluido el Español. ¡Te invitamos a visitar esta exposición!