Con una Eucaristía presidida por el Obispo Auxiliar, Monseñor Bernardo Álvarez, la Renovación Carismática Católica celebró la Solemnidad de Pentecostés, que recuerda la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles cincuenta días después de la Pascua.
Esta celebración eucarística, que se realizó la tarde del domingo 5 de junio en el templo San José de Concepción, se enmarca en el Jubileo de Oro de la RCC, que este 2022 cumple cincuenta años en Chile.
En preparación a esta fiesta, los miembros de la Renovación Carismática efectuaron la Novena al Espíritu Santo, que es la primera de la Iglesia. Además, se reunieron desde la mañana del domingo para compartir momentos de alabanza.
Durante la Santa Misa, junto a los dones del Pan y el Vino, la comunidad ofreció la Palabra de Dios junto a un cirio que representa la luz de Cristo, también pan de Lota y vino y uvas de Coelemu.
Tras el Rito de la Comunión, el Delegado de la Renovación Carismática en la Arquidiócesis de Concepción, Juan Pomeri, agradeció a Monseñor Bernardo Álvarez y al Diácono Pedro Pablo Torres por acompañarlos en esta Eucaristía e invitó a la comunidad a levantar sus manos para pedir una efusión del Espíritu Santo para ambos.
Monseñor Bernardo Álvarez agradeció a Dios por vivir esta Solemnidad de Pentecostés en el Jubileo de Oro de la Renovación Carismática y expresó que, tal como señaló en la homilía: sea “una oportunidad de tener un nuevo Pentecostés para la vida de nuestra Iglesia”.
En ese contexto, manifestó su seguridad de que “ellos con el movimiento y con los carismas propios que tienen al servicio de la Iglesia, pueden colaborar mucho en este deseo de Dios, que sin duda significa esta profunda renovación para la vida de toda nuestra Iglesia”.
Por este motivo animó a la RCC y a “los guías de las diversas comunidades, que están situadas en muchos lugares de nuestra arquidiócesis, para que sean fomento y fermento también de vida nueva en Cristo y en el Espíritu para nuestra Iglesia de Concepción”.
Por su parte, Juan Pomeri afirmó que contar con la presencia de Monseñor Bernardo fue un regalo para la Renovación Carismática y señaló que tienen bastante cercanía con él, desde el tiempo en que estaba en Yumbel, por lo que están “muy felices y muy contentos”.
En tanto, Viviana Cuadra, quien está en la RCC desde sus inicios, dijo que ha sido maravilloso y un regalo de Dios, porque “ya llevamos 50 años y hemos vivido muchos Pentecostés, pero cada vez se pone más hermoso”.
“Sentimos cada vez que el amor de la Iglesia nos abraza, nos sentimos acogidos y sentimos que el Espíritu Santo está derramándose cada vez más en nuestra zona y también en nuestro país y en el mundo entero, aunque todo se vea que está mal, pero el Espíritu de Dios no nos abandona, siempre está en nuestros corazones”, enfatizó.
Luego de la Eucaristía, los presentes fueron invitados a compartir un trozo de torta para celebrar los 50 años de la RCC.
