Monseñor Chomali participó en ciclo de charlas “Diálogos Constitucionales”

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Publicado el: 2 agosto, 2022

Informar y dialogar acerca del proceso constituyente para un discernimiento informado al momento de votar es el propósito del ciclo de charlas “Diálogos Constitucionales”, organizado por la Parroquia Universitaria y la Pastoral de Educación Superior. En su reciente encuentro, la iniciativa contó con la participación de la académica de la Facultad de Derecho de la Casa de Estudios, Constanza Cornejo, así como del Arzobispo de Concepción y Gran Canciller de la UCSC, Monseñor Fernando Chomali.

En su exposición, la docente explicó que, en la actualidad, constitucionalmente no hay una definición de la familia como tal, si bien se establece que esta es el núcleo fundamental de la sociedad y que es deber del Estado darle protección y propender a su fortalecimiento.

“A la familia se la concibe como la sociedad primaria y natural, cumpliendo un rol de estructuración social. La familia es derivación, complemento o perfección de otras instituciones. Con el pasar de los años, el concepto de familia tradicional se ha ido modificando y, de alguna manera, la legislación ha hecho eco de esto y ha ido ampliando este concepto”, explicó.

Es así como el Artículo N°10 de la propuesta de nueva Constitución establece que el Estado protege y reconoce a las familias en sus diversas formas, expresiones y formas de vida, sin restringirlas a vínculos exclusivamente filiativos o consanguíneos, y les garantiza una vida digna.

Para la académica, en esta propuesta “se aleja a la persona de la familia. Está el individuo y está el Estado. La familia aparece, de algún amanera, desafectada de las personas”. De igual modo, en el artículo 35, se dice que toda persona tiene derecho a la educación y que la educación es un deber primordial e ineludible del Estado. “Se eliminó el derecho y el deber preferente de los padres, de la familia, por consiguiente, de educar a sus hijos”.

En tanto, Monseñor Fernando Chomali señaló que “lo que tenemos que hacer es discernir, pensar, reflexionar sobre si este nuevo texto nos dota o no de un marco social y jurídico adecuado para edificar la paz, la solidaridad y la justicia entre todos. Este borrador no es un fin, es un medio para lograr este fin”.

Monseñor agregó que el llamado que han hecho es a leer este proyecto y conocerlo. “Hay contenidos que tienen una especial radicalidad antropológica, en cuanto implican aspectos esenciales de la persona humana y que van a tener un gran impacto. Por eso, se requiere ante ello un razonamiento bien informado que permita hacer una adecuada evaluación ética”.

Asimismo, sostuvo que este documento reconoce a la mujer la posibilidad de interrumpir el embarazo, deja afuera al padre, el consejo de los médicos: “Es una libertad que apela a su voluntad, pero, sin embargo, no dice una palabra respecto del ser humano que está en el vientre materno. Me parece que ahí se produce una injusticia respecto del embrión humano, en virtud que se trata de un ser. Siento que le faltó protección”.

De igual modo, afirmó que es esperanzador el compromiso de garantizar una amplia gama de derechos humanos y sociales como la educación, el trabajo, la vivienda digna, la propiedad, la salud, el bienestar integral, entre otros, así como interesante también la protección del medio ambiente y la naturaleza, sobre todo en un contexto de desarrollo que gira en torno al consumo.

“Para la Iglesia es posible desarrollar relaciones interculturales, donde la diversidad no significa amenaza, no justifica jerarquías de poder de unos sobre otros, sino dialogo desde visiones diferentes”, finalizó.

Fuente: UCSC

 

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