Monseñor Chomali preside Misa del Gallo en la Catedral de Concepción

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Publicado el: 25 diciembre, 2022

El Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, presidió la tradicional Misa del Gallo la noche de este 24 de diciembre en el templo Catedral.

Previo a la celebración eucarística, se realizó el solemne canto del Anuncio de Navidad, también llamado Calenda, donde se narra la historia de la salvación.

Monseñor Chomali inició su homilía manifestando su asombro por “lo mal que nos tratamos los seres humanos” e hizo referencia al sufrimiento de los niños de Ucrania y de otras partes del mundo, a la violencia y a la corrupción que existe en nuestro país y a la herida que tenemos en nuestro corazón, “que tan bien describe San Pablo cuando dice “No hago el bien que quiero hacer y hago el mal que no quiero hacer”. A todos nos ha pasado”.

“Esa herida el hombre no puede curarla por sí mismo, porque si nosotros fuésemos capaces de curar esa herida no viviríamos en el mundo que vivimos (…) Esa herida, que se llama pecado la sana Dios. Y por eso es que se habla de Jesús, el Salvador. Porque Jesús nos viene a salvar, nos viene a salvar de todo aquello que impide lo que más nos hace felices a los seres humanos, que es amar y ser amados”, enfatizó.

En ese contexto, afirmó que “el pecado nos impide amar, querernos, respetarnos, ayudarnos mutuamente. El pecado es mentira, es odio, es violencia, que la vivimos día a día y que nosotros no somos capaces de sanarla, eso lo hace Jesucristo”.

“Por lo tanto la oración personal, la conversión personal, pedirle al Señor que saque nuestro corazón de piedra y ponga un corazón de carne, es un regalo de Dios que lo puede hacer en virtud de que Él está presente en medio de nosotros y hoy ha llegado la salvación a nuestra casa”, destacó.

El Arzobispo de Concepción enfatizó que “nosotros no celebramos un hecho meramente histórico, celebramos un hecho salvífico que toca nuestra propia vida. Por lo tanto, si alguno de nosotros tiene esa herida -que ha hecho daño en la familia, en el trabajo, en el vecindario o en cualquier parte- esa herida la sana Dios, que hace milagros, porque Dios es infinitamente misericordioso, infinitamente bueno, infinitamente todopoderoso”.

Además, Monseñor Chomali destacó que “Jesucristo es Rey” e invitó a preguntarse “¿cuál es nuestro rey?: ¿La búsqueda de poder, la búsqueda de dinero, querer figurar, ser más que los demás? Esos reyes engañosos nos hacen daño, no nos ayudan a vivir en la comunidad. Jesucristo es un Rey que está en un pesebre, en un pueblo llamado Belén. El reinado de Jesucristo es la humildad, el servicio”.

Asimismo, sostuvo que el reinado de Jesús también “nos ilumina en nuestra vida” y señaló que a todos nos ha pasado muchas veces que no sabemos qué hacer, que vivimos en la oscuridad -donde nos caemos, nos equivocamos y hacemos cosas que no corresponden-,  pero ahí es donde el Señor es luz. “Pero no es una luz que encandila”, sino que “ilumina nuestro camino, es una luz tenue, respetuosa de nuestros propios procesos”, explicó.

El Arzobispo de Concepción indicó que “Jesucristo además de luz es vida. Y cuánto la necesitamos en una verdadera cultura de la muerte, que ha tomado tanto vuelo en nuestra civilización”. Asimismo agregó que Jesús también es “camino, que le da un sentido, un horizonte definitivo a nuestra vida”.

En tanto, recalcó que los católicos “no debiésemos tener crisis existenciales”, porque sabemos exactamente quienes somos: creados a imágen y semejanza de Dios. También sabemos cuánto valemos: “Jesucristo dio la vida por nosotros”. Y sabemos lo que tenemos que hacer: “tenemos que dar la vida por los demás, tenemos que amar, tenemos que cumplir los mandamientos, tenemos que ser fieles a la palabra empeñada y tenemos que sobre todo hacerle a los demás lo que queremos que nos hagan a nosotros y no hacerle a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros, porque con la misma vara que nosotros medimos, con aquella misma vara seremos medidos”.

Por este motivo enfatizó que “nos tenemos que ayudar, eso no lo podemos hacer solos y por eso que es tan importante la comunidad, por eso que es tan importante la Iglesia, por eso que es tan importante la Misa dominical, porque aquí encontramos ese horizonte que nos ayuda a vivir, porque la fe Católica no es una fe esotérica, es una fe que nos ayuda a vivir en el día a día, en la práctica concreta con la persona que tenemos al lado”.

“Por eso que esta es una gran solemnidad, porque nos ha nacido el Salvador, que se convierte en nuestro Rey, en nuestro todo, en nuestro camino, en nuestra verdad y también en el horizonte definitivo a nuestra vida”, puntualizó.

 

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