Monseñor Oscar García en aniversario de Ordenación Episcopal: Ayúdenme a ser siempre pastor con olor a oveja

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Publicado el: 30 abril, 2023

La mañana de este domingo 30 de abril, el Obispo Auxiliar de Concepción y Vicario Episcopal de Arauco, Monseñor Oscar García, presidió la Misa del Buen Pastor en la Parroquia San José de Curanilahue.

En la Eucaristía, también celebró su primer aniversario de Ordenación Episcopal y recordó con cariño a Monseñor Bernardo Álvarez.

En su homilía, Monseñor Oscar afirmó que “el Buen Pastor por excelencia no es otro que el Señor Jesucristo (…) ese Pastor que es capaz de dar la vida por cada uno de nosotros y, como lo escuchábamos en la Semana Santa, habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”.

En ese contexto destacó que Jesús se identifica con un pastor sencillo y nos invita a mirar algunas imágenes precisas: “Jesús, como el Buen Pastor que abre la puerta, nos abre la puerta de su amor y de su misericordia, para que entrando en ella -como nos dice el Evangelio- tengamos vida y vida en abundancia”.

“Sólo así, cuando somos capaces de entrar por esta puerta (…) dejándonos tocar por Él, dejándonos llenar por su gracia, y sobre todo dejándonos también cuestionar por los valores del Evangelio, cuando nosotros escuchamos su Palabra, escuchamos el Evangelio y lo hacemos parte de nosotros, sin lugar a dudas, entramos por la puerta angosta, entramos por la puerta de la salvación y la vida”, explicó.

Monseñor Oscar señaló que “el detalle inmediato que viene después es que Él conoce a sus ovejas, dice que las llama por su nombre” y destacó que Dios “es capaz de conocernos mucho más que nosotros mismos y nos conoce por nuestro propio nombre. Sin lugar a dudas, es ese nombre que ha sido pronunciado en nuestro propio bautismo, cuando el mismo Jesús nos ha consagrado en el Bautismo, porque cuando se bautiza no es el sacerdote, no es el diácono el que dice “yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, es Jesucristo, porque el que actúa en el sacramento y en todo sacramento es Jesucristo. En este caso, en el día de hoy, con la imagen del Buen Pastor, para rescatarnos de la miseria de nuestros pecados, devolvernos la libertad y la dignidad de hijos de Dios”.

“Y por eso es un detalle no menor, nos conoce a cada uno de forma personal y particular”, ante lo cual llamó a la comunidad a hacerse una pregunta, pues “muchas veces podemos saber mucho de Jesús, pero conocer poco a Jesús” y resaltó la importancia de conocerlo, reconocer su voz.

En ese contexto, sostuvo que “sólo en la medida de que somos capaces de escuchar su voz a través de su propia Palabra, a través de los sacramentos, a través del magisterio de la Iglesia, que nos habla a través de los acontecimientos de la vida, pero entramos en contacto con Él, entramos con su persona, no nos quedamos simplemente a oídas de su mensaje, sólo así podemos conocerlo de verdad”.

El Obispo Auxiliar de Concepción expresó que el Señor no sólo abre la puerta para que entremos en intimidad con Él, sino que también para “sacarnos a pastos verdes, para alimentarnos y saciarnos de su Palabra y guiarnos también en la vida. Y por eso es importante que nosotros como discípulos seamos dóciles también como la imagen del cordero que aparece en el Evangelio, podamos ser como las ovejas”. En ese sentido, explicó que las ovejas además de ser animales indefensos, tienen un oído más agudo que el de los perros y por eso son capaces de identificar la voz del pastor sin confundirse. Por este motivo, indicó que también nosotros estamos llamados, como ovejas,  a tener “ese oído agudo para saber escuchar a Dios, para saber estar atentos a lo que Dios me pide hoy en mis circunstancias, con mi vocación concreta, en mis realidades, con mis alegrías y tristezas, lo que el Señor quiere también de mí. Y no dejarnos arrastrar por otras voces que lo que hacen es producir la verdadera y auténtica confusión, creyéndonos presentar una felicidad duradera, que lamentablemente es una felicidad pasajera, esclavizante y deshumanizante”.

“El Señor nos invita a estar atentos para que siempre podamos tener ese oído agudo para saber escuchar su voz. Su voz es inconfundible”, recalcó y destacó que Dios nos habla de mil maneras a lo más profundo de nuestros corazones, “porque lo único que desea no es otra cosa que nuestra verdadera y plena felicidad” y que tengamos “vida en abundancia”.

Monseñor Oscar García llamó a la comunidad a pedirle al Señor la fuerza y la gracia para saber reconocer su voz y seguirla, “porque es una voz confiable, es una voz con sabiduría, es una voz que guía nuestro camino, que nos lleva y Él se nos presenta como el Camino, la Verdad y la Vida” y agregó que quien sigue a Jesús nunca se sentirá confundido y vivirá en verdadera paz, libertad, libertad, alegría y será capaz de jugársela por Jesucristo.

El Vicario Episcopal de Arauco señaló que en esta jornada se reza de forma especial por los sacerdotes y obispos como pastores, pero enfatizó que cada uno de nosotros está llamado a ser pastor: los padres con los hijos, los empresarios con sus trabajadores, etc. “Cada uno estamos llamados a velar y a cuidar a aquellas personas que Dios, en su Divina Providencia, puso en nuestro camino. Si no lo hacemos, entonces -a la luz del ser cristianos y de la lógica del Evangelio- estamos lejos de lo que realmente estamos llamados a ser. Porque en primer lugar amar y servir al estilo del Buen Pastor, que es capaz también de jugársela y dar la vida si es necesario por el bien de quienes Dios ha puesto en su camino”, recalcó.

En ese contexto, a la luz del Evangelio según San Juan 10, 1-10, señaló que las condiciones del Buen Pastor son: la humildad, el testimonio de vida, acompañar en el amor y en la misericordia, y poner la confianza en Dios. 

Finalmente, Monseñor Oscar agradeció el apoyo incondicional, la cercanía, el afecto y pidió “que me ayuden a ser pastor, pastor al estilo de Jesucristo. Mi lema ha sido “apacienta mis ovejas”, la idea es identificarme cada vez más con el Señor, ser un pastor con olor a oveja -como dice el Papa Francisco- pero el pastor sin las ovejas no es nada y las ovejas sin el pastor tampoco, y en este camino tenemos que ayudarnos mutuamente. Y yo les agradezco de corazón la paciencia que me tienen y sé que también, con su sabiduría, me sabrán también decir y ayudar a corregir en aquellas cosas que a veces uno, consciente o inconscientemente, puede errar en el camino. Cuánto les agradezco que tengan siempre la caridad, yo jamás me voy a ofender, todo lo contrario, les voy a agradecer eternamente (…) Caminamos juntos, tomados de la mano del Señor, tomados de la mano de nuestra Madre Santísima, para hacer de nuestra vida también, con la gracia del Señor, la mayor proyección de la vida del Señor, pero sí, con mucha humildad, ayúdenme y les agradezco de corazón poder ser siempre pastor con olor a oveja. Que así sea”.

 

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