Monseñor Oscar García en Domingo de Ramos: “Nos recuerda la adhesión a Jesucristo”

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Publicado el: 3 abril, 2023

El Obispo Auxiliar de Concepción y Vicario Episcopal de Arauco, Monseñor Oscar García, presidió la Misa de Domingo de Ramos este 1 y 2 de abril en las comunidades Padre Alberto Hurtado, Trongol Bajo y San José de Colico, y en la Parroquia San José de Curanilahue. 

Las personas que participaron en las diversas celebraciones eucarísticas, acudieron con sus ramos, como la gente humilde y sencilla que supo reconocer a Jesús como el Mesías. Monseñor Oscar afirmó que “hoy nosotros renovamos también esa adhesión, porque justamente es renovar nuestra adhesión a Jesucristo al proclamarlo también como Rey de nuestra propia vida, aquel que le da pleno sentido a nuestra existencia y por el cual hemos obtenido la gracia de la justificación, el perdón de los pecados y una vida nueva. Sobre todo con el triunfo de la resurrección sobre la muerte y sobre el pecado”. 

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Monseñor Oscar García fue enfático en señalar que bendecir los ramos no tiene el objetivo de tenerlos “para ahuyentar los males”, sino que es un signo “que nos recuerda la adhesión a Jesucristo y sobre todo que en el lugar donde los colocamos, allí nos expresa también -o debería acercarnos a reconocer- lo que, por el infinito amor de Dios, ha hecho por cada uno de nosotros”. 

“Por lo tanto, la invitación es a poner los ramos en un lugar destacado, para que nos recuerden justamente esta celebración que abre la Semana Santa”, enfatizó. 

Además, reflexionó en torno a cómo reconocemos a Jesús como Rey. Si lo hacemos conforme a las lógicas humanas o como “un Rey humilde, sencillo, capaz de sufrir, compadecerse, ponerse a nuestro lado”. 

En ese sentido, dijo que, a la luz de los textos propuestos para esta liturgia, tenemos que reconocer la humildad y la sencillez del Señor, “que nos invita a vivir un estilo similar a su persona y encarnando en cada uno de nosotros los verdaderos valores que sembró y que quiere seguir cultivando en el corazón de cada uno”. 

Monseñor Oscar también abordó el tema de la fidelidad y dijo que “aquellos que lo habían proclamado, lo traicionaron el viernes siguiente. Es decir, el pueblo traicionó, pero no solo ellos, sino que también aquellos que compartían su pan, que conocían sus milagros, sus signos, su obra, que lo habían escuchado, también se ahuyentaron”. 

No obstante subrayó que es “digno de destacar que quienes perseveraron fieles fueron María Santísima, María Magdalena, otras mujeres, y Juan el discípulo amado”. 

“Muchas veces nosotros, como seres humanos, somos cambiantes. Hoy decimos sí, mañana decimos no. Y así nos pasa también con nuestra vida espiritual. O sólo buscamos al Señor en los momentos de dolor y después pasa desapercibido. ¿Cuántas veces también con nuestras actitudes, con nuestra indiferencia, con nuestros pecados, traicionamos al Señor, y lo traicionamos en el rostro concreto de nuestros hermanos que más lo necesitan? ¿Cuántas veces le pegamos la desconocida?”, expresó. 

Asimismo, reflexionó en torno al amor infinito de Dios y sostuvo que “hoy el Señor nos invita también a la corresponsabilidad de ese amor, para seguir siendo sembrado en el corazón y en la vida de las personas. Un amor incondicional, un amor que es capaz de salir de sí mismo para estar dispuesto a servir desinteresadamente a los otros”. 

Haciendo eco de las celebraciones venideras, destacó que Jesús fue obediente al Padre y que “estamos invitados también, como Jesús, a aceptar la cruz, asociar la cruz nuestra de cada día a la cruz de Cristo”. Finalmente, invitó a vivir la Semana Santa, “no con cara triste de Cuaresma, como remarcaba el Santo Padre, sino una Semana Santa bien viva porque el Espíritu del Resucitado ya tiene que estar en nuestros corazones. Y para que esta Pascua sea una Pascua diferente y nos motive también a llevarlo con alegría y con entusiasmo en medio de nuestra propia realidad”.

 

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