Ordenan un nuevo Diácono Permanente para la Iglesia de Concepción

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Publicado el: 14 julio, 2023

Con emoción y profunda alegría se vivió la ordenación de un nuevo Diácono Permanente para la Arquidiócesis de Concepción, la tarde de este viernes 14 de julio en la Parroquia El Buen Pastor de San Pedro de la Paz. Se trata de Lorenzo Méndez Jara, de 84 años de edad.

La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali; junto al Párroco de la comunidad, Padre Yuliano Viveros; y al Director de la Escuela del Diaconado Permanente y Responsable de los Diáconos de la Arquidiócesis, Padre Marcelo Bustos.

En su homilía, Monseñor Chomali expresó su alegría y esperanza “porque tenía la certeza de que íbamos a vivir todos un momento hermoso, un momento de paz, un momento de alegría”.

En ese contexto, sostuvo que “nosotros creemos firmemente en Jesucristo, nuestro Señor, creemos firmemente que Él no abandona a su Iglesia (…) ¿cómo no nos va a poner contentos saber que eso acontece? Pero lo interesante es que todo esto hoy se vive de una manera especial, porque el Señor Dios Todopoderoso, rico en misericordia, por pura iniciativa suya llamó a Lorenzo para que sea consagrado Diácono Permanente. Y lo llamó en un momento de su vida tremendamente especial”.

“Seguramente que más de alguno dirá “pero para qué se va a ordenar, para qué se va a complicar la vida”, porque don Lorenzo, ser Diácono es complicarse la vida, se lo digo al tiro (…) Podría estar tranquilo en su casa, bien regaloneado -porque harto que lo quieren- y, sin embargo, dice “aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad”. Gracias, don Lorenzo”, enfatizó.

El Arzobispo de Concepción se refirió a aquellos que podrían cuestionar que se ordene Diácono debido a su salud precaria, señalando que “quien piensa así, ¡qué superficial! Porque lamentablemente también en nosotros se nos ha metido esa cultura de que el que vale es el que hace. Algunos están llamados a hacer, pero hay un hacer mucho más importante para la Iglesia, que es el hecho de ser, porque lo que más da testimonio es el hecho de ser. Y el hecho de ser, que a veces es mucho más fecundo que mucho hacer. Y el ser de don Lorenzo es consagrar su vida a la oración como Diácono”.

“Lorenzo también nos da un testimonio de que siempre, hasta el último suspiro de nuestra vida, tenemos que dar testimonio de nuestra consagración. Y es un gran ejemplo también para los jóvenes, los jóvenes le dan mucho más crédito a lo que ven que a lo que oyen y viéndolo a él dirán: qué maravilla, ganas de vivir, de evangelizar, de anunciar la Palabra, de servir en el Altar, de rezar. En definitiva, en Lorenzo hay una gran profundidad espiritual, que créanme es lo que más necesitamos hoy”, destacó.

Monseñor Fernando Chomali enfatizó que “don Lorenzo entendió que ser Diácono, más que un hacer es un ser, entregado a la oración y al servicio a los demás. Su ministerio va a ser tremendamente fecundo. No se imagina la cantidad de personas que van a querer conversar con usted para que los escuche, la cantidad de personas que van a necesitar de su alegría en momentos de aflicción. Estoy seguro también de que bautizará en el nombre de Dios y casará, y dirá vale la pena formar una familia, vale la pena tener hijos y nietos, vale la pena entregarse. Ya lo hizo como esposo, como padre, como abuelo, y ahora lo hace como Diácono y evidentemente que tendrá muchos hijos espirituales que necesitarán de usted”.

Nuevo Diácono

Luego de la homilía, Lorenzo Méndez Jara fue examinado por el Arzobispo respecto de su voluntad y disposición a ejercer el Ministerio Diaconal, tras lo cual prometió obediencia a él y a sus sucesores.

Posteriormente, el Arzobispo, los sacerdotes, diáconos y la asamblea se pusieron de rodillas para entonar las Letanías de los Santos. Después, Monseñor Chomali le impuso las manos, gesto que junto a la oración consagratoria, lo incorporó al Orden de los Diáconos.

Tras la Plegaria de Ordenación, el nuevo Diácono fue revestido con los ornamentos propios de su ministerio: la estola terciada y la dalmática. Luego, el Arzobispo le entregó el Libro de los Evangelios, como signo de su misión: “Recibe el Evangelio de Cristo, del cual has sido constituido mensajero; esmérate en creer lo que lees, enseñar lo que crees y vivir lo que enseñas”.

Después, el Diácono Lorenzo Méndez Jara fue saludado con alegría por sus hermanos diáconos y recibió un caluroso aplauso por parte de la comunidad.

“Servir y no ser servido”

El Diácono Lorenzo Méndez, quien tiene cinco hijos y 14 nietos, agradeció a Dios “por este paso que he seguido para servir con más fe y esperanza en el servicio de la Iglesia. Recibí la noticia con mucha alegría, con mucho gozo en el Señor, pero también la recibí con mucha humildad, para seguir los pasos de nuestro Señor Jesucristo y por la Santa Iglesia que sirvo y he prometido servir para siempre”.

Además, expresó que “no puedo describir lo que siento en este minuto, pero estoy listo para servir a la Iglesia, estoy preparado y sé lo que significa ser Diácono, así que feliz, agradezco al Señor, y también con mucha humildad para servir y no ser servido”.

Uno de sus hijos, Eduardo Méndez, afirmó que “es un sueño tanto de él como de la familia, porque se preparó durante toda su vida y este es un momento único. Es un momento de mucha alegría, mucha felicidad y estamos muy agradecidos de la congregación, del Arzobispo, de cada uno de los sacerdotes y de todas las personas que hicieron posible esto. No hay forma de agradecer todo lo que está pasando hoy día”.

“Él quedó viudo hace poco tiempo atrás y yo sé que mi mamá lo está acompañando hoy día, porque siempre se supo que su vida era la Iglesia y el momento de hoy es muy lindo”, destacó.

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