Padre Jorge Delpiano SJ partió al encuentro del Señor

Más Iglesia Arquidiocesana

Publicado el: 28 septiembre, 2023

El Padre Jorge Delpiano del Río SJ partió, a los 81 años de edad, al encuentro del Señor la noche del miércoles 27 de septiembre en Santiago, donde se encontraba desde 2020 debido a sus problemas de salud. 

Desde la Compañía de Jesús expresaron profunda tristeza por su fallecimiento e invitaron a encomendarlo en nuestras oraciones “en agradecimiento por su vida y su entrega” en la congregación de la que formó parte por 64 años, 51 de los cuales como sacerdote. 

La Misa de funeral se llevará a cabo el viernes 29 de septiembre, a las 14:30 horas en la Iglesia San Ignacio, ubicada en Padre Alonso de Ovalle 1494, Santiago

En tanto, se realizará una Misa en memoria del Padre Jorge el sábado 30 de septiembre  en el templo San José de Concepción, ubicado en la esquina de calles Lincoyán y Maipú. La Eucaristía será presidida por el Obispo Auxiliar de Concepción, Monseñor Bernardo Álvarez.

El Padre Jorge Delpiano, quien nació el 8 de julio de 1942 en una familia profundamente católica, donde ya Dios había suscitado otras vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, estudió en el Colegio Montessori y luego en el Colegio San Ignacio.

Fue el primero de abril de 1959, cuando tenía 16 años de edad, que ingresó al Noviciado en Padre Hurtado. Doce años después, el 18 de diciembre de 1971 fue ordenado sacerdote. 

Concepción

El Padre Jorge Delpiano SJ llegó en 2006 a la Casa San Francisco Javier de la Arquidiócesis de Concepción, donde permaneció hasta 2019. Este tiempo fue especialmente fecundo y feliz en su vida apostólica. 

De acuerdo a lo dado a conocer por la Compañía de Jesús, recordando esos años el Padre Jorge decía que, dada la escasez de sacerdotes en la Arquidiócesis, lo que preparaba en las diversas áreas donde trabajaba tenía una repercusión y una llegada que difícilmente se habría logrado en Santiago.    

Durante esos años dio Ejercicios Espirituales y fue capellán para la celebración de la Eucaristía de religiosas. También colaboró en las CVX y apoyó los grupos ignacianos formados por el Padre Héctor Mercieca SJ. 

A partir de 2008 comenzó a recibir encargos de la Arquidiócesis relacionados con el Área de Espiritualidad y con el acompañamiento espiritual de los seminaristas. Fue así que llegó a ser el Coordinador de la Dirección Espiritual en el Seminario y durante un tiempo también fue Coordinador del Departamento de Espiritualidad arquidiocesano.

El Padre Jorge se preocupaba especialmente del seguimiento de los seminaristas, lo que incluso lo llevaba a recorrer las diócesis conociendo a sus familias. 

La Compañía de Jesús destaca que mucho de lo trabajado durante sus años de sacerdote cristalizó así en una experiencia fecunda de servicio generoso a la Iglesia diocesana y a la vida religiosa, aportando en la veta de la espiritualidad, la formación de personas, el acompañamiento y los Ejercicios. 

Cuando el Papa Francisco visitó Chile en febrero de 2018, le pidió al Padre Jorge que lo acompañara, servicio que él prestó con suma discreción, viajando muchas veces con el Santo Padre en los traslados y alojando donde él se alojaba.

En 1960 ambos se habían encontrado en Padre Hurtado, Jorge Delpiano como novicio de segundo año y Jorge Bergoglio como junior. Fue en los años posteriores que nació una amistad entre ellos y cada cierto tiempo se enviaban cartas, manteniendo así un contacto permanente.

A finales de 2018 el Padre Jorge comenzó a tener problemas serios de salud y debió ser hospitalizado en Santiago en más de una ocasión. Finalmente, debió dejar el querido ambiente eclesial de Concepción e ir a vivir prácticamente a la Enfermería de la Provincia a partir de 2020. 

Asus últimos años estuvieron marcados por esos problemas de salud y si bien sobrevivió al covid-19, fue debilitándose cada vez más, afectado no sólo por dificultades pulmonares, sino que también por un serio deterioro de la vista.

Mientras pudo, el Padre Jorge se esforzó por asistir al comedor común, a las reuniones de comunidad y a los momentos de compartir después de la cena. Frecuentemente, en las misas comunitarias, pedía por las vocaciones a la vida religiosa y al clero diocesano, o por personas a las que había acompañado y estaban de aniversario. 

La Compañía de Jesús enfatizó que en el último tiempo se fue haciendo realidad en él lo que afirma la Congregación General 34, decreto 8,16: Al final de su vida y por su voto de castidad [el jesuita] se habrá hecho pobre de una manera que sus dotes naturales y su educación y energía previas hacían imposible…Al fin se ha hecho pobre como Cristo… que nada ha constituido para sí mismo y que mira a Dios para definir su vida…”. A.M.D.G.

Más Iglesia Arquidiocesana