La Infancia y Adolescencia Misionera realizó encuentros en la Parroquia San Juan María Vianney de Los Álamos y en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cañete.
La Hermana Rosa Agudelo, Asesora de la Infancia Misionera, explicó que estos encuentros buscan “sintonizar con la pedagogía de Jesús y aprovechar la experiencia de la Iglesia. Nos exige, además, atender las necesidades de los niños y de la misión”.
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Es así que el pasado 25 de junio, se dio inicio a la formación de un grupo de misioneros integrado por mamás, jóvenes, adolescentes y niños en la Parroquia San Juan María Vianney.
Se trató de “un grupo importante que da esperanza para construir y fortalecer un buen equipo misionero” en la parroquia de Los Álamos, que luego se hará extensivo a las capillas.
La Hermana Rosa expresó que fue un encuentro “muy lindo y enriquecedor”, en el que se notó “entusiasmo, disponibilidad y decisión de dar un paso seguro al servicio de la Iglesia”.
En ese contexto, la Asesora de la Infancia Misionera agradeció al Párroco de la comunidad, Padre César Pedreros, “por su apoyo y por estar tan presente en este acompañamiento y formación de nuevos misioneros”
Además, destacó la importancia de que los niños “se enamoren de esta linda misión en favor de ellos” y sostuvo que “hay que acoger a los niños con mucho cariño, escucharlos, porque ellos -en unos años más- serán los jóvenes comprometidos con la Iglesia (…) Hay que hacer un trabajo muy cercano con las familias, para que sean el apoyo de los niños y adolescentes en la fe, en lo que se refiere a la formación integral”.
Paralelamente se realizó el encuentro de Infancia Misionera con un grupo de niños de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cañete. En esta instancia se trabajó de manera lúdica y cercana con los participantes, quienes comenzaron a mostrar su compromiso y cariño hacia la obra.
La Delegada Episcopal de la Vicaría Pastoral para el Servicio de la Niñez (VPSeN), Fernanda Lara, afirmó que “esta instancia está al servicio de los niños, niñas y familias que conforman la Iglesia”.
Estos encuentros “son de gran crecimiento espiritual para los miembros de los grupos, ya que a través de diversas actividades se acerca a Jesús a los corazones de los niños, quienes son el presente y futuro de nuestras comunidades”, agregó.
Finalmente, señaló que “estamos muy contentos como Vicaría por la posibilidad de que nuestros niños y niñas vivan estas hermosas instancias de encuentro fraterno, adaptadas a su edad”.
