La mañana del sábado 10 de junio se llevó a cabo la tercera jornada de agentes pastorales de la Pastoral Familia y Vida (PFV) de la Arquidiócesis de Concepción, donde participaron representantes de las distintas parroquias en que se busca formar o reactivar esta pastoral.
El objetivo del encuentro, que se realizó en Casa Betania, fue “recoger con ellos las necesidades de sus comunidades para crear un Plan Pastoral para el 2023 – 2025”, señaló Jacqueline Saavedra, quien junto a su esposo Nelson Moncada, son Coordinadores de la Pastoral Familia y Vida a nivel Arquidiocesano.
El Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, les agradeció y felicitó por la labor que cumplen en las diferentes parroquias, porque “hemos estado viviendo cambios culturales muy profundos que lamentablemente lo primero que hieren es la familia”.
“Si me preguntan ¿cuál es el gran problema que tienen las familias hoy en día?, es que están solos (…) Estamos en una sociedad donde la soledad se ha convertido en un modo de vivir que nos deja vacíos y las consecuencias las vemos”. En ese contexto, reiteró su agradecimiento a los participantes, “porque son personas valiosas”, que están llamadas a acoger y escuchar activamente a sus comunidades.
Antes de retirarse, Monseñor Chomali bendijo el signo del altar que fue entregado a las nuevas comunidades que se están formando.
Osvaldo Trujillo, Asesor de la PFV, explicó que la Pastoral Familia y Vida trabaja actualmente en base a cuatro ejes principales que son: evangelizar, la vida, el dolor y la reflexión.
En tanto, la Secretaria de la PFV, Orietta Aravena, comentó que además tienen “áreas de trabajo permanentes y constantes, de apoyo a la familia, como el Proyecto Belén, que acoge a las mamás que han dicho sí a la vida. Hay un apoyo concreto a ellas tanto material como espiritual y psicológico si es necesario”.
Como forma de “orientar, animar y fortalecer lo que tenemos hoy en día”, según las palabras de Nelson Moncada, es que se presentó el testimonio de María Gabriela Benavente y Arístides Molina, matrimonio que lleva 20 años como guía de la Pastoral Familiar en la comunidad de San Pablo, de la Parroquia Santa Cecilia en Talcahuano.
“Nos sentimos alegres, en todos nuestros encuentros damos un tema y esto ha sido así durante 20 años, orientado al que nos dio la vida, nuestro Salvador. (…) Hoy en día somos 40 personas que participan y es un grupo muy afiatado”, expuso Arístides.
Por su parte, Isabel Lavín, de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cañete, relató que “con mi marido, iniciamos esto antes de la pandemia, pero ahí se estancó. Y no hace mucho nos llamó Monseñor Oscar para que retomaremos nuevamente y nos ha costado un poquito, porque no hemos encontrado muchas personas que quieran participar en esta pastoral, por eso nosotros participamos en estas actividades para motivarnos”.