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Vicario para la Pastoral llama a “pedir por los obreros que Dios ha prometido”

Publicado el: 17 Mayo, 2024

En el Mes de Oración por las Vocaciones y ante la realidad de la Iglesia de Concepción, que actualmente cuenta solamente con un seminarista, el  Vicario para la Pastoral, Pbro. César Pedreros, se refirió a la cantidad de sacerdotes que existen en la Arquidiócesis e hizo un llamado a “no pensar que el sacerdocio está en extinción, sino a pedir por los obreros que Dios ha prometido para trabajar en la mies, que es la Iglesia y todos sus campos”. 

– ¿Cuál es la situación actual del clero en la Arquidiócesis de Concepción, en cifras?

Debemos tomar en cuenta que nuestro clero tiene varias vertientes: el diocesano, el religioso y el castrense. Todos estamos al servicio de la Arquidiócesis. 

Si hablamos de nuestro clero diocesano, somos un total de 46 sacerdotes, de los cuales 7 están con ministerio libre, es decir, que no tienen un encargo de párroco y prestan servicios ocasionales en la vida sacramental. De estos 46 sacerdotes, 14 son menores de 50 años, 14 van entre los 51 y los 65 años, 7 entre los 66 y 70 años, y 11 superan los 70 años. 

El clero además cuenta con sacerdotes que llamamos pro tempore, es decir, que son facilitados desde otras diócesis por un tiempo determinado. De ellos tenemos dos de la República Democrática del Congo, dos de Nicaragua y dos de Nigeria, además de uno extradiocesano, es decir, que pertenece a otra diócesis, pero presta sus servicios en la nuestra sin tiempo definido. 

Sumemos a esto el clero religioso, que son sacerdotes pertenecientes a congregaciones (Agustinos, Franciscanos, Salesianos, etc) que suman 37 actualmente. Y también agregamos el clero castrense, que en nuestro territorio son cuatro. Esto arroja un total de 87 sacerdotes al servicio de nuestra Arquidiócesis. 

– ¿Cuántos sacerdotes estarán jubilados dentro de 10 años?

Debiesen ser 12 jubilados, sabiendo que nuestra jubilación se da a los 75 años, pero podemos seguir ejerciendo hasta que nuestro cuerpo y nuestra mente puedan seguir dando lo mejor. Ahora bien, este número es relativo a la edad, pero debemos ser conscientes de que la salud es un factor aún más fuerte en el final anticipado del servicio pastoral. 

– Como Vicario para la Pastoral ¿Cuál es su visión de la situación vocacional actual?

Dios llama siempre al servicio de la Iglesia. Ahora, el ruido del mundo y del querer tener más que el ser, hacen que no haya respuesta de parte de las personas a vivir la vocación sacerdotal. Dios siempre llama, pero nuestra respuesta es orar por la vocación de los vecinos, de los hijos de los demás y no por los nuestros. Algunos piensan que es como una pérdida, pero es una ganancia para quien lo vive y para quienes acompañan la vivencia del sacerdote. 

– Teniendo en cuenta lo anterior ¿Qué llamado hace a los fieles de la Arquidiócesis?

A no pensar que el sacerdocio está en extinción, sino a pedir por los obreros que Dios ha prometido para trabajar en la mies que es la Iglesia y todos sus campos. Que si un hijo o nieto manifiesta su deseo de ser sacerdote, no le ahoguemos, sino que, por el contrario, demos gracias a Dios por el regalo que da a la familia. Y que si conocemos a un sacerdote o a su familia sepamos agradecer el don que Dios les regala. Que la feligresía nos ayude a vencer los miedos, nos ayude a crecer, a pastorear, a misionar, y que también nos sepan corregir cuando fallemos, nos comprendan cuando debemos salir corriendo a otra Misa o cuando nos quedamos dormidos confesando. Que recuerden que debajo de la figura del sacerdote hay un ser humano, un hombre, un hijo, un hermano que desea ser fiel al llamado de Dios. 

Fuente: Revista Nuestra Iglesia 

© Arzobispado de Concepción