La comunidad de la Parroquia Inmaculada Concepción de Santa Juana ha realizado una labor incansable para responder a la emergencia derivada de los incendios que están afectando a la comuna, pese a que ellos mismos son víctimas de los siniestros.
El Párroco de la comunidad, Padre Ricardo Valencia, afirmó que “cerca del 60% del territorio parroquial está quemado” y sostuvo que “a todo este dolor se suma al hecho de que las familias de las comunidades católicas son los que están afectados, son los agentes pastorales, los animadores de comunidad, los catequistas, los que rezan las novenas. Ellos son las víctimas de este incendio. Nosotros hoy día como parroquia estamos sobrepasados y la municipalidad también, porque los que deberían estar haciendo el catastro o que lo están haciendo, son las víctimas del incendio”.
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En ese contexto dijo que “los dirigentes sociales han tenido que dejar sus casas quemadas para salir a visitar a sus vecinos y hacer un catastro. La recolección de información hoy día es fundamental y nosotros también como comunidad estamos haciendo ese esfuerzo. Tenemos una base de datos -hasta el momento- de más de 90 familias que lo han perdido todo”.
El Padre Ricardo relató que sólo en los dos primeros días de la emergencia “visité más de 80 familias que lo han perdido todo, donde no hay ni cercos. Ese es el nivel de daño que hay. Yo creo que deben quedar hoy día 10 mil kilómetros cuadrados que no se han quemado, lo único verde que tú ves en todo Santa Juana es la Plaza de Armas, que también se estuvo quemando, pero cuando se prendieron las palmeras, vinieron unos acólitos y agarraron los extintores del templo parroquial y apagaron las llamas”.
La Parroquia Inmaculada Concepción tiene 13 comunidades rurales, de las que se quemaron 5 capillas: María Reina de la Paz en Diñico, San Francisco de Asís en Colico Bajo, Sagrado Corazón de Jesús en Poduco Alto, San Ignacio de Loyola en el sector Tres Rosas y Santa Rita de Casia, que se quemó en el incendio del 30 de diciembre.
Al respecto, el Padre Ricardo manifestó: “Que se nos hayan quemado las capillas es un gran dolor, porque la comunidad no tiene donde reunirse, porque esos hermanos no tienen casa, no tienen comunidad. El fuego les quitó casa, recursos, futuro, trabajo y a la comunidad, que es su familia. ¿Qué nos ha significado esto? Reorganizar la pastoral”.
En ese sentido, explicó que “estamos hoy día haciendo un catastro de los católicos para poder ir a visitarlos. Tenemos el ofrecimiento de Ministros de la Comunión, de hermanos de la Renovación Carismática, de hermanos del Camino Neocatecumenal, de la CVX, de los Agustinos, de muchas instancias pastorales que nos dicen ‘podemos ir a visitar a las familias católicas, hacer oración con ellos, hacer contención espiritual, no sólo emocional, sino desde la fe orar juntos, porque no son extraños’”.
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Asimismo, señaló que “nosotros como parroquia estamos enfocados en llegar hoy con la ayuda lo más rápido posible, tenemos un centro de abastecimiento que se vacía cuatro o cinco veces en el día y se vuelve a llenar y vuelve a vaciarse. Somos un centro de abastecimiento pobre, muy pequeño, pero muy ágil y eso ha sido gracias a los miles de voluntarios que han pasado por acá, pero nuestro desafío ahora es esta atención social, sistematizarla, proyectarla en el tiempo y generar vínculos con la municipalidad”.
Además, el Párroco de Santa Juana destacó que “además tenemos el desafío de que las comunidades vuelvan a tener vida y esperanza y para eso estamos también estamos viendo la forma de rearticular las comunidades rurales, de poder -con agentes desde el pueblo- visitarlos y de poder reconstruir sus capillas. Tenemos, gracias a Dios, el ofrecimiento de algunas parroquias de Chile, de algunos movimientos, de poder visitar y ayudarnos con la reconstrucción”.
En ese contexto expresó su agradecimiento a Duoc, “porque están comprometidos con la zona, nos han visitado, estuvieron misionando este verano. Tenemos ofrecimientos de muchas instancias pastorales que quieren acompañarnos y yo lo agradezco”.
“Finalmente lo prioritario para nosotros es anunciar a Jesucristo y hoy día lo estamos anunciando, acompañando con una luz de esperanza a quienes lo han perdido todo y mañana lo anunciaremos reuniéndonos en comunidad para dar gracias a Dios”, enfatizó.
El Padre Ricardo sostuvo que “hoy, mi gran desafío como párroco es que la gente de Santa Juana deje de ayudar y se preocupen de ellos”, porque en este momento la comunidad parroquial está trabajando 24 horas al día, todos los días.
“Gracias a Dios vamos a tener parroquias que nos van a venir a ayudar con el voluntariado, se van a hacer cargo -por ejemplo- cuatro días las comunidades Agustinas, luego vamos a tener tres días con las familias de Schoenstatt, luego posiblemente el Colegio San Pedro Nolasco, también los Jesuitas están viendo la posibilidad de tomar unos dos o tres días de voluntariado aquí en la parroquia para recibir ayudas, porque de verdad han sido miles de personas que han pasado por la parroquia diciendo quiero ir a ayudar, que nos han contado después lo que vivieron y eso nos da esperanza”, relató.
Han sido diversas las comunidades parroquiales que han llegado hasta Santa Juana para colaborar y fueron “muchas las parroquias que llegaron el primer día”.
Además, el Padre Ricardo contó que recibió a unos “porfiados”: “Digo que son porfiados, porque les dije que no vinieran, pero llegaron el primer día, no habían pasado ni 24 horas y ya estaban aquí los voluntarios de Trabajo País y fueron también contención emocional para mí, porque se quedaron en la casa parroquial. Les pasé las llaves de la camioneta, estuvieron en el albergue municipal limpiando baños, preparando desayunos, recibiendo a la gente, cocinando, lavando loza, volviendo a limpiar los baños, recibiendo a los Bomberos. Fueron de verdad un regalo de la Providencia”.
“Y así siguen llegando muchos voluntarios, sigue llegando gente a acompañar con la mejor disposición. Les pedimos que limpien mesas y limpian mesas, les pedimos limpien baños y limpian baños, que vayan a escuchar a la gente, que vayan a rezar y lo hacen, porque en realidad sienten que no se quemó una iglesia en el campo de Santa Juana, sino que sienten que lo que se está quemando es su Iglesia, no sienten que son los católicos de Santa Juana, sino que sienten que son sus hermanos y eso es lo que ellos nos han transmitido y me han transmitido a mí”, destacó.
“Así que yo quedo muy agradecido, yo personalmente como cura, como cristiano, de tantas muestras de cariño, de amistad cristiana que es unión entre los que sufrimos juntos”, puntualizó.
Si quieres colaborar con los afectados por los incendios en Santa Juana puedes hacerlo colaborando a través de una de estas cuentas:
Campaña Solidaria Arzobispado de Concepción
Arzobispado de Concepción
RUT: 80066500-0
Banco BCI
Cuenta Corriente Nº27168280
E-mail: tesoreria@iglesiadeconcepcion.cl
Parroquia Inmaculada Concepción
Arzobispado de Concepción Parroquia Inmaculada Concepción
RUT: 80066532-9
Banco Estado
Cuenta Corriente Nº53300374901
E-mail: parroquiadesantajuana@gmail.com
Además, la Parroquia Inmaculada de Concepción de Santa Juana inició la campaña «Apadrina a una familia damnificada». Para ello quienes quieran colaborar pueden contactarse con el número +56 9 9470 5535
