Más de cien varones, pertenecientes al Movimiento Madrugadores participaron en una Madrugada Extraordinaria, que se celebró en el santuario de Santa Clara, en Talcahuano, en el contexto de la solemnidad de Nuestra Señora del Carmen. En dicho templo, se venera la imagen de la Virgen del Carmen, que fue donada por el Papa Emérito Benedicto XVI y que peregrinó en todo Chile, luego del terremoto y tsunami del 27F.
La acción fue organizada por el grupo de Madrugadores de la Parroquia Santa Cecilia de Talcahuano, que convocó a los grupos de la arquidiócesis de Concepción, que está inserta, desde hace algunos años, en la programación carmelitana de dicha comunidad.
La Madrugada Extraordinaria se inició a las 06.30 con el Santo Rosario, y a las 07.00 con la eucaristía que presidió Mons. Fernando Chomali Garib. En su homilía el pastor destacó el valor de estos varones que desde muy temprano, sin considerar las condiciones del tiempo y las distancias, se reúnen para orar. En su homilía, Monseñor señaló que este espíritu misionero se relaciona con las virtudes teologales: Fe Esperanza y Caridad. Agregó que » levantarse muy temprano y estar aquí es una obra de caridad. No hay obra más grande de caridad que rezar por los demás» , haciendo notar que en el mundo hay mucha carencia de oración.
En su reflexión sobre el evangelio y las Bodas de Caná, precisó que la vida, en estos días, «está aguada». Llamó a “llenar” las tinajas con las tristezas, los dolores. “No tengan miedo para poner al Señor en nuestra causa, Él lo convierte, Él nos convierte en vino».
Finalmente, invitó a vivir con mayor fuerza e intensidad lo que creemos y dando testimonio para que los demás vean que esto vale la pena, enfatizando que «esto es tarea de todos, no solamente del obispo, de los sacerdotes, «Dios nos habla a todos».