Semillas de vida interior

Esta reflexión surge a partir del Seminario sobre formación de interioridad e inteligencia emocional vivido días pasados en la Universidad Católica de la Ssma. Concepción, organizado por la Vicaría para la Educación y la Fundación EDELVIVES.

La enseñanza fue una de las principales tareas a las que Jesús dedicó tiempo durante su ministerio público. Desde las primeras páginas de los Evangelios se reconoce a Jesús con el título de Maestro. Por ejemplo, en el encuentro entre Juan el Bautista, sus discípulos y Jesús, uno de ellos le pregunta: “Rabí, que quiere decir Maestro, dónde vives” (Jn 1, 38). Otra escena se da en el encuentro entre Nicodemo, y Jesús, Nicodemo lo reconoce como un Maestro de nivel superior por las obras que realiza: “Sabemos que has venido como Maestro de parte de Dios, pues nadie puede hacer esos milagros que tú haces, si Dios no está con él” (Jn 3, 2). En el mismo Evangelio de Juan, Jesús, luego de lavar los pies a sus discípulos, dice de sí: “Ustedes me llaman el Maestro y el Señor, y dicen bien, porque lo soy” (Jn 13, 13) e invita a que lo imiten: “Pues si yo, el Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros” (Jn 13, 14). Como se aprecia en estos textos y muchos otros, el título Maestro era parte integral de la vida y ministerio de Jesús.

Jesús Maestro enseñaba de un modo especial, por medio de parábolas, presentaba imágenes sencillas, cotidianas, que contenían un sentido profundo, como señala San Mateo: “Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Abriré con parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo” (Mt 13, 34 – 35). Jesús al enseñar sembraba semillas de vida interior, sus palabras y obras abrían el corazón a grandes preguntas, un ejemplo muy significativo es el conocido episodio del joven rico: “Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?” (Mc 10, 17). Jesús se diferenciaba de otros maestros porque su enseñanza estaba revestida de autoridad: “Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” (Mc 1, 21 -22).

Una característica fundamental de la enseñanza de Jesús Maestro consistía en su vinculación afectiva con quien acudía a él. La escena del joven rico nos regala esta clave en su modo de enseñar: “Él, entonces le dijo: ‘Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud’. Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego ven y sígueme” (Mc 10, 20 – 21). Jesús, con afecto, se dedica al joven rico, se da el tiempo para llevar adelante un proceso de siembra ante el tú del joven, lo aprecia e incluso se abre a su libertad que respeta y no condiciona. El Papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium destaca el valor del acompañamiento personal de los procesos de crecimiento:

En una civilización paradójicamente herida de anonimato y, a la vez obsesionada por los detalles de la vida de los demás, impudorosamente enferma de curiosidad malsana, la Iglesia necesita la mirada cercana para contemplar, conmoverse y detenerse ante el otro cuantas veces sea necesario. En este mundo los ministros ordenados y los demás agentes pastorales pueden hacer presente la fragancia de la presencia cercana de Jesús y su mirada personal”. (E. G 169).

Un aporte muy valioso que podemos ofrecer en medio de las comunidades educativas, en las familias consiste en fomentar la siembra de vida interior. Frente a un régimen de vida muchas veces centrado en la superficialidad, la apariencia o la Not vida, el testimonio de Jesús Maestro y su modo de enseñar serán siempre fuente de gracia e inspiración, incluso en medio de ambientes desafiantes u hostiles, la presencia cercana de Jesús y su mirada personal podrán ser un aporte para la formación de personas que contribuyan en la construcción de una sociedad más justa y más humana.

+ Bernardo Álvarez Tapia
Obispo Auxiliar de la Ssma. Concepción

 

Publicado el: 13 junio, 2022